Vic Edwards fue una de las estrellas de cine más grandes del mundo, conocida por su bigote y su arrogante arrogancia. Con su gloria de Hollywood como un recuerdo lejano, el ahora octogenario Vic se ve obligado a reevaluar su vida con el fallecimiento de su amado perro y la llegada de una invitación para recibir un premio de toda la vida del Festival Internacional de Cine de Nashville (ficticio).